"Nuestros métodos de lucha, puntos 2 a 6" Extracto de la Resolución del 11º Congreso Mundial de la IV Internacional (1979), ''La revolución Socialista y la lucha por la liberación de la mujer''

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2. La opresión de la mujer como sexo constituye la base objetiva para la movilización de las mujeres en lucha por medio de sus propias organizaciones. Por esta razón, la IV Internacional apoya y contribuye a construir el movimiento de liberación de la mujer .

Cuando hablamos del movimiento de la mujer, entendemos por esto todas las mujeres que se organizan a cualquier nivel para luchar contra la opresión que les impone esta sociedad: los grupos de liberación de la mujer, los grupos de conciencia, los grupos de barrio, los grupos estudiantiles, los grupos que se organizan en los lugares de trabajo, las fracciones sindicales, las organizaciones de mujeres de las nacionalidades oprimidas, los grupos feministas de lesbianas, las coaliciones para la acción alrededor de demandas específicas. El movimiento de la mujer se caracteriza por su heterogeneidad, su penetración en todas las capas de la sociedad, y por el hecho de que no está unido a ninguna organización politica en particular, aunque diferentes corrientes realicen actividades en su seno.

Además, algunos grupos y coaliciones para la acción, aunque estén dirigidos por mujeres, están abiertos también a los hombres, como la National Organization for Women (Organización Nacional de Mujeres) en los Estados Unidos y la Campaña Nacional por el Aborto en Inglaterra. Al principío los grupos de mujeres aparecieron mayoritariamente al margen de las organizaciones de masas de la clase obrera. La creciente radicalización de las trabajadoras ha llevado a un número cada día mayor en las organizaciones de clase. En el Estado Español muchas mujeres se han afiliado a las CC.OO. impulsando comisiones de trabajo mujer. En Francia, millones de mujeres participan en comisiones sindicales femeninas y en los grupos del Planing familiar, y también en grupos de mujeres en general. En Bolivia las mujeres de los mineros han formado comités de amas de casa afiliados a la COB. Se trata de formas de una realidad cambiante y poco estructurada aún que se llama el movimiento independiente o autónomo de las mujeres.

Al decir independiente o autónomo no queremos decir que sea independiente de las necesidades de la clase obrera o de la lucha de clases. Al contrario, solo la fusión de los objetivos y de las reivindicaciones del movimiento de mujeres con las luchas de la clase obrera permitirá unir las fuerzas necesarias para conseguir los objetivos de las mujeres. Queremos decir que el movimiento está organizado y dirigido por mujeres; que toma la lucha por los derechos y necesidades de las mujeres como su primera prioridad, negándose a subordinar esta lucha a cualquier otro interés; que no está subordinado a las decisiones o las necesidades políticas de cualquier tendencia politica o de cualquier otro grupo social, que quiere realizar la lucha por los medios que sea, y junto con las fuerzas que demuestren ser necesarias.

Obviamente, no todos los grupos dentro del movimiento entran en estos criterios de forma igual ni completa, pero este es el carácter del movimiento de liberación de las mujeres que tratamos de construir.

3. La forma organizativa dominante en el movimiento feminista ha sido la de grupos solamente de mujeres. Estos grupos han aparecido en prácticamente todos los terrenos, desde las escuelas e iglesias hasta las fábricas y los sindicatos. Esto es expresión de la determinación de las mujeres de tomar la dirección de sus propias organizaciones, en las que pueden aprender, desarrollar y dirigir sin temor de verse rebajadas o recibir órdenes de los hombres, o teniendo que competir con ellos desde el principio. Antes de que las mujeres puedan dirigir a otros, deben desterrar todos sus sentimientos de inferioridad y auto-humillación. Tienen que aprender a dirigirse a sí mismas. Los grupos feministas que conscientemente y deliberadamente excluyan a los hombres contribuyen a que muchas mujeres den los primeros pasos para descargar su propia mentalidad de esclavas, ganen confianza, orgullo y valor para actuar como seres políticos.

Los pequeños grupos "de conciencia" que han aparecido por todas partes como una de las formas más frecuentes de la nueva radicalización, ayudan a muchas mujeres a darse cuenta de que sus problemas no surgen de limitaciones personales, sina que san creados socialmente y son comunes a las de otras mujeres.

A menudo ponen la base necesaria para que las mujeres rompan su aislamiento, ganen confianza y avancen hacia la acción. Al mismo tiempo estos grupos pueden convertirse en un obstáculo para el mayor desarrollo político de las mujeres que se encuentran en ellos, si permanecen vueltos hacia adentro y se limitan a los círculos de discusión como sustitutos de la unión a otras mujeres para actuar .

El deseo de las mujeres de organizarse en grupos solo de mujeres no tiene nada que ver con la práctica de muchos partidos estalinistas de masas que organizan por separado a hombres y mujeres en las organizaciones juveniles con el propósito de reprimir la actividad sexual y reforzar el comportamiento estereotipado de los sexos, es decir, la inferioridad de la mujer. Los grupos independientes solo de mujeres que han aparecido en la actualidad expresan en parte la desconfianza que muchas mujeres radicalizadas sienten hacia las organizaciones reformistas de masas de la clase obrera, que tan miserablemente han evitado luchar por sus necesidades.

Nuestro apoyo y nuestro trabajo para contribuir al movimiento independiente de liberación de la mujer distingue en la actualidad a la IV Internacional de muchos grupos sectarios que se reclaman de la ortodoxia marxista tal y como la representan sus interpretaciones de las resoluciones de los cuatro primero congresos de la Internacional Comunista. Estos grupos rechazan la construcción de organizaciones de mujeres, excepto las que están ligadas directamente y bajo el control politico de su partido. Apoyamos y construimos grupos de liberación de la mujer organizados solamente con mujeres. A los "marxistas" que afirman que estas organizaciones y reuniones solamente de mujeres dividen a la clase obrera sobre líneas de sexo, les decimos que no son las que luchan contra su opresión las responsables de crear o mantener las divisiones.

El capitalismo divide la clase obrera por la raza, por el sexo, por la nacionalidad, por los niveles de capacitación y por todos los medios posibles. Nuestra tarea es organizar y apoyar las batallas de los sectores más oprimidos, que levantan demandas que representan los intereses de toda la clase y que dirigirán la lucha por el socialismo. Los que más sufren de lo viejo serán loS que más enérgicamente luchen por lo nuevo.

4. Las formas por medio de las que trabajamos pueden variar en gran medida, dependiendo de las circunstancias concretas en que nuestras organizaciones se encuentran. Entre los factores que hay que tener en cuenta se encuentran la amplitud de nuestras propias fuerzas; el tamaño, carácter y nivel político de las fuerzas de liberación de la mujer; la fuerza de los liberales, los estalinistas, los social-demócratas y otras fuerzas de tipo centrista contra las que debemos luchar; y el contexto político general en el que estamos trabajando. Determinar si debemos organizar grupos de liberación de la mujer sobre un amplio programa socialista, trabajar en las organizaciones existentes dentro del movimiento de liberación de la mujer, construir amplias coaliciones de acción alrededor de problemas específicos, trabajar en las fracciones femeninas sindicales, combinar varias de estas actividades o trabajos por medio de formas completamente diferentes, son problemas tácticos.

No importa cuál sea la forma organizativa que adoptemos, el problema fundamental que hay que decidir es el mismo: ¿Qué problemas y demandas específicas debemos levantar en las circunstancias dadas para movilizar de la forma más efectiva a las mujeres y sus aliados en la lucha?

5. No existe ninguna contradicción entre el apoyar y construir organizaciones solamente de mujeres que luchen por la liberación de la mujer, o luchar por demandas específicas relacionadas con la opresión de la mujer, y la construcción simultánea de coaliciones de acción de masas que envuelvan tanto a hombres como a mujeres para luchar por las mismas demandas. Las campañas alrededor del derecho al aborto han dado un buen ejemplo de esto. Las mujeres serán la columna vertebral de estas campañas, pero ya que la lucha está dentro de los intereses de las masas trabajadoras en su conjunto, nuestra perspectiva es ganar el apoyo para el movimiento de todas las organizaciones de la clase obrera y oprimidos.

6. En el periodo actualla mejor forma de movilizar a las masas de mujeres en la acción es a menudo la organización de campañas de acción del tipo de frente único, que movilizan el apoyo más amplio posible alrededor de demandas concretas. Esto es tanto más cierto, dada la relativa debilidad de las secciones de la IV Internacional y la relativa fuerza de los liberales y de nuestros oponentes reformistas. Para muchos hombres y mujeres la participación en las acciones organizadas por estas campañas ha sido su primer paso hacia el apoyo de los objetivos políticos del movimiento de liberación de la mujer. Las campañas por el aborto de tipo de frente único en Francia, EE.UU. e Inglaterra, dan un ejemplo de este tipo de acciones.

A través de estas acciones del tipo de frente único podemos concentrar la mayor potencia contra el gobierno capitalista y educar a las mujeres y a los trabajadores respecto de su propia fuerza. En la medida en que los liberales "amigos" de la mujer, los estalinistas, los socialdemócratas y los burócratas sindicales se nieguen a apoyar estas campañas por las necesidades de las mujeres, se aislarán y denunciarán ellos mismos por su propia inactividad, oposición o voluntad de subordinar las necesidades de las mujeres a su busca de alianza con los sectores supuestamente "progresistas" de la clase dominante. Y si la presión de masas realmente les obliga a apoyar estas acciones, esto solamente puede ampliar el atractivo de masas de las campañas y aumentar las contradicciones en el seno de las fuerzas reformistas.

Estas campañas de acción del tipo frente único son de particular importancia para profundizar la relación entre el movimiento independiente de la mujer y el movimiento obrero, ya que ponen la mayor presión sobre la burocracia obrera para que responda .