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Escrito por Susan Dirr et Mike Cannon

El periodo político actual en estados unidos está caracterizado por un nivel muy bajo de movilización en la clase obrera, entrecortado  por chispas ocasionales de resistencia. Algunos candidatos de izquierda o socialistas, mas allá de los dos grandes partidos, tuvieron que luchar para lograr el 1% de los votos durante las últimas elecciones (nacionales o al nivel de los estados).

En los últimos diez años el movimiento pacifista estuvo muy movilizado, contra la guerra, y para los derechos de los inmigrantes. A partir del año 2003-2004, varias manifestaciones en contra de la guerra en Irak reunieron a más de 100.000 personas. Pero durante estos seis últimos años el movimiento pacifista desapareció por completo. En el 2006, millones de inmigrantes en todo el país manifestaron a favor de una reforma de la política de inmigración estadounidense. Algunas de aquellas manifestaciones reunieron entre 100.000 y 500.000 personas. La inmigración sigue siendo una cuestión importante, es una fuente más importante de radicalización de la juventud, y permite potencialmente la movilización de las comunidades.

En 2011, mas de 100.000 personas manifestaron durante dos semanas en contra de la una ley que abolía los derechos de negociación colectiva en el sector público y que proponía recortes importantes en los presupuestos de los servicios sociales del estado de Wisconsin. Seis meses más tarde, el movimiento Occupy surgió en varias ciudades por todo el país, criticaban las inigualdades económicas y el control del gobierno por el mundo financiero. A pesar de que el movimiento Occupy se haya dispersado desde la primavera del 2012, cambió la conciencia política de la gente y así amplió la posibilidad de construcción de los movimientos.

Este otoño, el sindicato de los profesores de la ciudad de Chicago (CTU) lanzo una huelga victoriosa en contra del cierre de varias escuelas, de las privatizaciones y de la deterioración de las condiciones de trabajo. Fue la lucha obrera la más importante de los últimos veinte años en la que los miembros de Solidarity actuaron un papel importante.

En estados unidos, una acción política independiente está la mayoría del tiempo estrangulada por el sistema bipartidista. Lo cual crea barreras importantes para construir un movimiento fuera del partido demócrata. Los votos de izquierda en las presidenciales de 2012 representaron poco menos del 1%. Solidarity sigue militando para actividades electorales fuera del partido demócrata, pero la realidad política de estados unidos es tal que un verdadero partido de izquierda no está al orden del día en un futuro cercano.

La Reelección de Obama representa el rechazo del programa racista y antiobrero del candidato republicano. Pero en la mayor parte del programa, los dos candidatos, tenían en el fondo las mismas posiciones. Mucha gente de izquierda se sintió aliviada por la derrota de los republicanos y los movimientos de activistas de estados unidos ya se preparan para luchar en contra de las políticas de privatización  de la educación  y en contra de los ataques  a los programas sociales (seguro social, ayuda médica para los ancianos y los pobres) que serán aplicadas por el gobierno de Obama.

Solidarity es una organización socialista, feminista, antirracista de 300 miembros, sobre todo presente en la parte noreste del país. Durante nuestro encuentro nacional del 2011, nos volvimos "organización simpazante" de la cuarta internacional. Vivimos actualmente una fase de transición de las direcciones y trabajamos al desarrollo de nuestras capacidades como organización y a la formación política de los jóvenes camaradas. Históricamente, la actividad de nuestros miembros se concentró sobre las cuestiones del trabajo pero cada vez más los camaradas están ahora involucrados en una serie de movimientos, como los movimientos a favor de los derechos de los inmigrantes y las organizaciones estudiantinas.